El Gigante


Nomás porque hoy fue un día pesado, no tengo novedades que escribir y pa’ leer sus comentarios, les dejo lo que se publicó hoy en EL GRÁFICO

Querido Diario:

En la habitación me recibió un mastodonte de casi dos metros de estatura, la espalda del tamaño de un ropero y sobre los hombros, ese músculo que hace parecer que no le sacaron el gancho a la camiseta. Mirada fría y profunda, coco rapado, los brazos -gruesos como ramas de ahuehuete- los tenía tapizados de tatuajes y una sonrisa, tierna y afable, que desentonaba con su apariencia de gigante mitológico.
Le di un beso entre la mejilla y el labio y pasé al cuarto. El gigante vestía pants, una camiseta blanca y despedía un intenso aroma a perfume dulce. Me encantó. Nada puede disponerme mejor para trabajar, que estar con un hombre limpio.
En el tocador, frente al espejo, estaba mi paga. Le pregunté si era para mí y lo guardé en mi bolsa. Discretamente vi de nuevo el tamaño de aquel hombre y, tragando saliva, le dije que iría al baño a ponerme cómoda (¿Cómoda? Iba a agarrar valor, si ese coloso tenía todo de la misma proporción, no me iba a ponchar, me iba a romper).
De cara no era guapo, tenía un rostro más bien tosco (que hacía juego con el conjunto), sin embargo, su aspecto varonil, hacía que su nariz gruesa, las cuchillas en sus ojos o su quijada cuadrada, que parecía capaz de mascar tuercas y escupirlas laminadas, resultaran cualidades profundamente eróticas. En pocas palabras, era un feo de esos que dan ganas de que te metan una revolcada de aquellas. Y para allá iba.
En el baño acomodé mi lencería, puse un poco de perfume entre mis pechos, revisé mi aliento, acomodé mi peinado, respiré profundo y salí, cargada de valor a lidiar con el semental que el oficio me había puesto enfrente.
Ataqué con un beso descarado, me paré de puntitas, me colgué a su cuello, abrí los labios y lo invité a que su lengua jugara con la mía. Su cuello parecía de acero, sus hombros, su pecho, su abdomen. Me estaba tirando a una muralla.
Besaba bien, a pesar de lo tosco de su aspecto, sus labios se paseaban con suavidad sobre los míos, sin prisas. Como encontrándole gusto. Además sabía a menta, era como un sueño, un hombre que sabe besar, huele rico y tiene buen aliento ya son méritos suficientes, si además contamos que me estaba ponchando a un gigante de acero, nomás faltaba ver lo que los pants guardaban. Ora sí que, Lulú: Despáchate.
Cuando se quitó la camisa casi me voy de pompis. Cada músculo perfectamente marcado, un sol tatuado en el pectoral derecho y el huesito del amor, ese músculo en forma de V que algunos hombres tienen en la parte baja del vientre, invitándome a clavarle el diente. Por más profesional que quiera ser una, ante escenarios como ese, terminas por rendirte.
Me saqué el vestido sin prisa, sonriendo y luciendo mi lencería. Él, sin quitarse el pants, comenzó a revelar su armamento. Se veía un bulto de tan buenas dimensiones, que me daban ganas de tocarlo, de acercarme. Estaba nerviosa. Sabía lo que venía.
Me acerqué un poco y, por encima del pantalón, comencé a jalársela. Era titánica, apenas se estaba hinchando y yo ya sentía que no cabría en mis manos. Al fin se quitó los pantalones. ¡Ay nanita!
Igual que el cráneo, tenía aquello completamente rasurado. Le colgaban entre las piernas unos aguacatotes, que parecían de la cosecha premier del meritito Uruapan, Michoacán, y al centro, orgullosa crecía una tripa con vocación de manguera que se hinchaba ante mis ojos, redondos como platos. Le puse un condón, volví a tragar saliva y me quedé admirando el cuerpo de ese Goliat. Estaba excitadísima.
Él me tomó por la cintura y prácticamente me cargó para seguir besándome. Me sentí tan segura, tan estable entre sus manos, que casi no me di cuenta que mis pies no tocaban el suelo, mientras le besaba los hombros y el pecho. Entonces, lo envolví con mis piernas, él puso sus manos bajo mis glúteos y haciendo una cuna con sus brazos gigantescos, de un sólo tirón, me ensartó en su sexo.
A pesar de lo aparentemente brusco, lo hizo con una naturalidad, que no sólo no me lastimó, sino que lo disfruté como pocas veces. Con sus brazos, como si estuviera cargando pesas, me levantaba y me volvía a clavar, a hacer suya, a poseerme. Me besaba los senos, los labios, la cara y yo me aferraba a él como no queriendo perderlo, como esperando que su sexo fuera siempre mi centro de gravedad, mi eje. A los pocos segundos alcancé mi primer orgasmo.
Fue increíble, lo hicimos durante casi toda la hora y en muchísimas posiciones, acabé tan molida, que de plano apagué el teléfono y cerré el changarro por ese día. Eso sí, me fui tan bien atendida, que al menos en esta partida, mi Goliat estuvo bastante mejor que mi David.
Hasta el jueves
Lulú Petite

22 comments

  • Jay

    Creo que tu publicación de hoy tiene doble intención, la primera es obiviamente ser la columno del día en el periódico y por otro pero no menos importante es averiguar si «David» te está «siguiendo» en el Gráfico, dada la conotación al final creo que esperas ver la reacción de David en estos días, si no reacciona mal entonces no te está leyendo cierto?…

    Sabes… lo que le da más sabor a tu columna del gráfico no es el «sexo» y sus placeres, creo que la médula del interés de muchos nuevos seguidores es ver esa historia de amor que emerge de vez en cuando. La cual te transforma en más «humana», muestra tu lado de chica «normal» que vive igual que muchas chicas lidiando con el amor y el desamor de un chico en específico.

    Felicidades por tu columna y gracias por leer los comentarios de nosotros los seguidores, te deseo lo mejor.

    Ah por cierto ya un David logró acabar con un Goliat…

  • Anonymous

    Coincido con el primer comentario. David es novio de alguien más, es pareja de una niña cuyo un nombre no conocemos. Lulú Petit es nuestra, no de David. Es por eso que cada vez que lo mencionas, todo ímpetu en el interés de tus historias se derrumba. Estoy harto de que lo saques a colación en el clímax de tus relatos.

    Con todo respeto, pero mientras no conozcamos tu verdadero nombre u rostro, no tienes derecho a bajarnos de la nube a la que nos elevas con tus relatos, cada vez que le dedicas una coma al que se hace llamar…»David»

  • Deberas que son P.....

    Goliat es un personaje biblico. Fue un soldado-gigante de la ciudad de Gat y paladín del ejército filisteo a quien David dio muerte de un hondazo,

    deberas que son pendejos, Lulu demuestra el conocimiento que tiene literalmente hablando, sin embargo hace una metafora muy inteligente de su David.

    El chilango

  • Anonymous

    ya no menciones al tal david,simplemente vive la vida,tal y como te las planteado. al fin alcabo cuando termines este negocio sera una simple aventura con ese tal david

  • Anonymous

    Ooohhh, ha bárbara ¡qué metáfora tan inteligente hizo Lulú!….. steee…, er,…ejem… prrrr, ahhja ja ja… ¡vaya comentario! Che «Deberas…», me cai que eres el doctor chapatín de este blog, ja ja ja ja!!!! Si eso se te hace inteligente, has de ser seguidor de Peña Nieto en el feisbuk, ja ja ja, que análisis tan «inteligente» el tuyo, ja ja ja ja

    Scaramouche

    P.D. A mi tampoco me gusta el David, pero la Petite está enamorada, pues…

  • Anonymous

    Creo que la última frase esta medio manchada dirigida a David.

    Por otro lado siento que los relatos han caido en lo mismo. Tienes una manera muy peculiar de escribir pero menciones o no a David los relatos no son tan frescos como al principio.

    Parece que los relatos de Lulú Petite son un flamazo.

    Saludos

  • camaleon

    Ah chales!! En situaciones acogedoras como esas, deberías tener un video. Pero bueno, con esto queda demostrado que con el tal David no estas por el sexo. Pero sabes bien mij’a que cuando una pareja se ama de verdad y se cogen más que cariño, ese momento de estar juntos es la gloria. Si sabes a lo que me refiero. Sino, solo pasa de ser un acostón mas. Ahi tu sabrás. P.D. tonces despúes del gigante, uno no tiene chance contigo. Que te digo, la tengo normal.

  • Anonymous

    Agg que desagradables, se nota que son hombres y piensan con la cabecita en vez de la cabeza!! Yo soy mujer, y a mi, me encanta que Lulú nos cuente de David, porque para su información, a las mujeres nos encanta el romance y el amor, así cojamos con 20 mil hombres, sólo uno es dueño de nuestro corazón, si a veces hicieran el amor en vez de tener sexo, conocerían un placer mayor al que tanta lujuria les provoca. Atte. Alexis

  • americanistsm

    Hay Lulú soló por que lo pides a mi claro que le tengo un no se que al tal D por que el tiene la dicha de conocer a la mujer que da vida a Lulú Petite a mi no me molesta(si fuera mucha mi molestia por solo pedalearle la bici al D pués te contrataba ¿o no? )el hecho de que tu lo saques a relucir ya que es parte de tu vida en este momento y a «mi» no me queda más que agradecer el detalle de que tu escribas en esté tu diario y nos los compartes ,los puntos de vista de otros son personales y por eso yo los respeto pero en mi ten por seguro a un fiel lector,un admirador,proximamente un cliente (a ver si me descubres)un fan. Saludos

  • El puñal

    Callate Scaramouche, si tu hasta puñal debes de ser, Lulu te estuvo buscando durante mucho tiempo, pero ella no sabia que eras puñal y el ganono fue David, así es que mejor callate, puñal

    El chilango

  • Anonymous

    Ay, ay, El puñal… si me das un besito, te digo si soy gay, ja ja ja ja… ¡¿’tas_nojayo?!! nomás porque le dije su verdad a tu sal de uvas picot, juar juar juar, con que poquito aceite te coninas viejito,ja aja ja

    Scaramouche

  • edmirador1000000

    me gusto mucho tu relato por que describes tus sentimientos y de eso se trata un diario y si no les gusta a ciertas personas que escriban el suyo

  • Lulú Petite

    Scaramouchito de mi corazón, te he notado encabronado, no sé, eras tan coqueto y caballeroso… me cae que hasta me gustabas pa… bueno, pa’ que ahorita me estuvieran chingando con que ya no escribiera de Scaramuche en vez de sobre D, ¿Tas nojao?

  • Anonymous

    :S … ups… er, em, es que… estoy celoso Petite… sorry… corro a lavarme la boca con jabón…

    Scara(zaz)mouche

    PD paz a los blogers de buena voluntá!

  • Yo tambien me la tiro

    El unico consuelo que me queda para los novios de Lulu, que por una modica cantidad tambien me la tiro.

    El chilango

  • Anonymous

    Yo creo q los q se ponen celosos de q alguien q ni conocen (lulu) escriba sobre David, están loquísimos. Que enfermedad de celos! Qué horror! :s Si yo fuera ella no saldría con ustedes…digo a menos de q me pagaran.

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Comentarios